Que no hay que ilusionarse demasiado. Que la vida es un regalo. Me enseñaron que el futuro no esta escrito, que el universo es infinito y que nosotros somos personas diminutas casi inexistentes. Aprendí que el tiempo pasa, que las arrugas salen, que los pechos se caen y que la belleza no es lo mas importante. Aprendí a no creer en las promesas, a confiar en casi nadie y a contar con los dedos de una mano a quien de verdad siempre estuvo a mi lado. A querer a quien me quiere.
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