Estas dormida, en un sueño profundo, donde nadie te puede molestar, donde vives feliz, donde sabes amar. De repente un ruido te despierta. Te tapas con las sábanas hasta arriba. Y vuelve a sonar. Parecen pequeñas piedras rozando el cristal. Te levantas con el miedo en la garganta. Abres la cortina poco a poco. La ventana y sales a la terraza. Miras a abajo y lo ves. Ahí está él. Y piensas, joder que guapo y como le quiero, y es mío. Sólo mio y de nadie más. Te das la vuelta y miras el reloj..las 4 de la mañana. ¿pero está loco? Te pide que lo dejes todo, que te vallas con él. Que tiene una sorpresa, muy especial. Y entonces lo haces, lo dejas todo y te vas con el chico al que más quieres en tu vida. Os montais en el coche y os vais. Tú te preguntas a donde iréis. Él se pregunta si la gustará. Llegan. La tapa los ojos con un pañuelo. Y la dirige, dados de la mano, notándose, rozándose, sintiendo el amor. Ella se ríe. Él sonríe. La dá un beso y la dice, feliz día cariño. Y entonces no puede parar de sonreír, le quiere más y más. Le abraza y lo besa y se pone a correr. Él la sigue. Se tira en la arena, como si nada importase. Estaban en la playa. Al fondo había una pequeña hoguera y al lado un mantel con dos velas enormes que alumbraban todo y Champán. Se sentaron los dos y ella propuso un brindis. -"Por tí y por mí. Por los dos. Por una vida juntos. Por una gran vida. Porque no me quiero separar de tí. No quiero que te separes de mí" y entonces él dijo, -"No hace falta hacer un brindis, ni hace falta pedir un deseo. Yo sé que te quiero. Que no me voy a separar de tí. Que no te voy a dejar. Que quiero una vida contigo. Quiero que seas mi vida."
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